El Bacalaito Católico

No se puede hablar de cultura puertorriqueña sin hacer mención del Rey de las frituras “El Bacalaito”. Sin temor a equivocarme no hay en Puerto Rico una iglesia católica y hasta protestante que no haya levantado fondos con la venta del Bacalaito.

No hay nada mejor que comerse un bacalaito luego de terminarse la misa, tal parece como si el evangelio y la homilía nos diera la fuerza para alimentar la sed de grasa y de bacalao en nuestro cuerpo.

Algunos feligreses para evitar la fila después de la misa, compran sus bacalaitos antes de entrar y los guardan en el carro hasta que acaba la misa. Otros los ordenan y los dejan pagados antes de la misa para recogerlos al final con su nombre. Siempre me he preguntado, porqué no utilizamos bolsas de plástico para envolver las ordenes de bacalaitos, la bolsa de papel siempre termina llena de grasa.

Y por supuesto, hay de aquel que no tiene intenciones de comulgar o sufrir en la misa y se come su bacalaito antes de entrar para coger fuerzas. Estos los puedes identificar en la misa con la boca y los labios brillosos llenos de grasa.

Al comer un bacalaito existen varias reglas, la más importante es gritar “BINGO” cuando encuentras un pedazo de Bacalao al morderlo. Algunos cuentan que para dar le el sabor de bacalao algunas iglesias usan la penca más apestosa a bacalao y la sumergen en la mezcla por varias horas para que le de sabor, luego la guardan para el próximo fin de semana.

Sin embargo podemos encontrar el Bacalaito en los kioscos de las Ligas de Pelotas, en Los Bingos de las Iglesias y Kioscos de la playa de Isla Verde…

Definitivamente el comer Bacalaitos es una tradición Puertorriqueña….!